Talento Diverso

Cómo la innovación destruyó mi cabeza en 3 segundos… Pero luego, la reconstruyó

Tenía las ganas, el deseo, los sueños y los anhelos de emprender mi propia idea revolucionaria que cambiaría la industria y me haría multimillonario. Quería entonces, junto a mi amigo Jesús, iniciar una marca de ropa streetwear muy parecida a Adidas Originals o Vans. De este modo, llegamos al departamento de emprendimiento de mi universidad, muy emocionados, pensando que la íbamos a romper, que tendríamos la mejor marca y seríamos altamente rentables. Después de contarle la idea al profesor asesor nos dijo: “Ah bueno, eso está muy chévere, pero ¿y? ¿Por qué tendría que comprarle a ustedes y no a alguien de San Andresito[1]? A fin de cuentas van a vender ropa, y eso ¿qué tiene de innovador?” Fue una respuesta inesperada, nos cogió por sorpresa. Estábamos anonadados, enfrente del profesor sin decir una sola palabra, hasta que él interrumpió: “Vamos a hacer una cosa, ustedes van a investigar acerca de prendas y textiles tecnológicos, y aquí buscaremos la forma para volverlo una idea ganadora”

Así, Jesús y yo emprendimos una investigación informal por la herramienta que mejor conocemos los millenials: Internet. Encontramos mucha información relevante acerca de las tendencias de la industria textil del momento, aprendimos sobre bordados, confección, serigrafía, y proveedores que estaban innovando en las materias primas. Con esta información llegamos nuevamente a donde nuestro profesor; nos explicó por qué nos había mandado a indagar acerca de la industria, y nos reveló el gran secreto del éxito empresarial: “Un negocio no puede pretender ser competitivo en el mercado actual, que es tan cambiante, vendiendo lo mismo que todos venden. Hay que tener en cuenta que ya hay marcas posicionadas, las cuales la gente conoce y tienen relaciones con base en experiencias de compra pasadas, a ustedes nadie los conoce, entonces, ¿cómo se van a hacer conocer? Ahí es donde entra la innovación muchachos, deben crear algo que nadie más tenga para generarle un valor atractivo al cliente.” Dijo el sabio maestro.

Fue así, como entramos a analizar nuestros posibles segmentos de clientes, de manera que nuestra idea principal pudiese adaptarse a las necesidades y deseos de tal segmento. Después de múltiples jornadas de asesorías completando el Canvas para la construcción del negocio, dimos con la idea: Aplicaremos todas las tecnologías que encontramos en un producto dirigido a deportistas, tendremos una sport brand que confecciona ropa inteligente.

Felices con la idea, trabajamos arduamente en el modelo de negocio, encontrando los proveedores adecuados, realizando cotizaciones y luego de eso, el testeo de prototipos: ensayo, prueba y error hasta encontrar la fórmula secreta. Después de intentos fallidos, callejones sin fondo y un desespero absoluto, hallamos los datos que finalmente guiarían a nuestro producto a ser exitoso; una investigación robusta, respaldada con datos y con el aval de un profesor experto en prueba y prototipos.

No cabíamos en la dicha, ya estábamos a pocos pasos de romperla con toda. Pero luego, una idea grandiosa llegó como una cachetada, con el fin de robustecer aún más el modelo de negocio. Nos dimos cuenta que una marca de consumo masivo enfocada en ropa deportiva necesitaría de una alta inversión para hacerse notar frente a nuestra competencia que es Nike, Adidas, Puma, Under Armour, Fila, entre muchas otras. (“una categoría de mercado de la que nada hay que temer” – nótese el sutil sarcasmo). De tal modo, pensamos cómo convertir el negocio escalable, sostenible y rentable. Buscamos la forma de aplicar las tecnologías de nuestros textiles a otras industrias, y allí llegó la gran inspiración: Merchandising. La palabra brillaba ante nuestros ojos cada vez que el profesor la pronunciaba. Era genial, pues esto iba a permitirnos adquirir los recursos económicos que necesitaba la marca deportiva, de manera que el negocio pudiese ir creciendo de manera gradual y contundente.

Para contextualizar al lector: El merchandising es una rama del mercadeo, que se define como: “Conjunto de productos publicitarios para promocionar un artista, un grupo, una marca, etc.”. Hay, por lo tanto, empresas dedicadas a la confección, producción y elaboración de estos artículos, es un negocio B2B (empresa a empresa), por lo cual nuestros clientes serían grandes empresas que comprarían por volúmenes altos bajo una licitación. Nos encontrábamos revolucionando dos industrias, era como matar dos pájaros de un solo tiro.

De esta manera, estructuramos un plan concreto, una estrategia esquematizada que construiríamos paso a paso, con calma pero seguros. Teníamos por un lado, una marca la cual tendría a empresas como principales clientes y nos daría el flujo de caja necesario para impulsar el proyecto inicial. De otro modo, teníamos una marca enfocada en deportistas que esperamos que revolucione la industria deportiva, nos daría el prestigio y el reconocimiento. Finalmente, nos dimos cuenta cómo más unidades de negocio podrían integrarse paulatinamente a la organización central, creando un holding empresarial en donde todos los engranajes funcionan de manera correcta, al menos en nuestra cabeza, pues todo es incierto hasta que se ejecuta.

Fue así, como la innovación destruyó mi cabeza en pocos segundos, tan solo con escuchar a mi profesor: “¿Qué tiene eso de diferente?”. Como bien ya saben, la reconstrucción tomó más tiempo que la destrucción pero, siento que con el proceso que se ha realizado, nadie podrá decir:

“¿Por qué tendría que comprarles a ustedes y no a alguien más?”

Algunos datos no fueron revelados por confidencialidad del proyecto, actualmente se encuentra en proceso de patente gracias al apoyo de la Institución Politécnico Grancolombiano, el cual, ha patrocinado el trámite legal cubriendo todos los costos. Debido a esto, la información que se puede compartir es limitada.

Agradezco a todos quienes han trabajado y apoyado esta iniciativa como proveedores, al Politécnico Grancolombiano, a sus excelentísimos profesores y por supuesto, a mis socios, que antes que nada, son mis amigos, nada de esto habría sido posible sin su ayuda Nicolás y Jesús.

Gracias.

Sebastián Buriticá Yepes
Profesional en Mercadeo y Publicidad
Gestor de proyecto de emprendimiento
Politécnico Grancolombiano

[1] San Andresito es un reconocido sector comercial de la ciudad de Bogotá que se caracteriza por bajos precios y buena calidad, muchos de sus comerciantes son mayoristas. Venden desde videojuegos, hasta accesorios de cocina.

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